martes, 20 de enero de 2015

Ana Isabel Bernal: "Hay que experimentar con la tecnología en la producción periodística; aunque se falle, es la única forma de aprender"


Entre las nuevas competencias que se exigen hoy al periodista para producir y editar contenidos multimedia con los que conectar mejor con una audiencia cada vez más participativa se encuentra el manejo adecuado de las redes sociales y de las aplicaciones tecnológicas especializadas que ofrece internet. Como señalan Marta Franco y Miquel Pellicer en su libro Optimismo para periodistas, "la tecnología no solo ha cambiado la manera de distribuir y consumir la información sino también las rutinas diarias del periodista, que debe entender cómo funcionan los nuevos medios para aprovechar los nuevos recursos digitales al máximo".

Sin embargo, el alud continuo de herramientas que se crean para solucionar las diferentes tareas y situaciones que ha de afrontar hoy el periodista para realizar su trabajo dificulta enormemente el proceso de aprendizaje. No dejan de aparecer programas y aplicaciones para curar y verificar fuentes, visualizar datos, editar audio y vídeo, gestionar imágenes o alojar y compartir archivos. Son muchos, cada vez más, y no todos, ni siquiera una parte de ellos, son conocidos ni usados por los profesionales de la información.

Por ello resulta extraordinariamente útil contar con trabajos como Herramientas digitales para periodistas, el nuevo libro de Ana Isabel Bernal, periodista freelance, investigadora universitaria y consultora docente en la Universitat Oberta de Catalunya, quien analiza la esencia del nuevo entorno digital del periodismo, "cubista y multisensorial", repasando las peculiaridades del trabajo en los diferentes soportes (PC, tabletas y smartphones) y, sobre todo, mostrando las soluciones tecnológicas más empleadas y aplicadas por los periodistas. Su libro es una guía práctica que muestra y explica más de 150 herramientas que se encuentran disponibles en la red de forma gratuita y lo hace a partir de las experiencias de reporteros freelance y de responsables de medios como Huffington Post, Boston Globe, BBC, eldiario.es o rtve.es.


- Pongamos, como usted hace en la primera parte de su libro, las ideas en orden. Hablamos de periodismo digital, pero pero periodismo es periodismo independientemente del soporte. Hoy día todo el periodismo ya es digital. Podemos afirmar que es casi un pleonasmo. 
- Pero hay que diferenciar. Por un lado, está el periodismo, que tiene unas normas éticas que se deben cumplir independientemente de otros factores. Pero, por otro, está el periodismo y sus especialidades. No trabaja igual un periodista de radio, que de televisión. No se trabaja igual pensando en que mi información se va a ver en un soporte como un PC o en un smartphone o tableta. No trabajo igual si mi única herramienta de trabajo es un smartphone a si tengo otro tipo de equipo. Como indico en el libro, el periodista debe ser un buen chef. También podemos decir que la cocina es cocina por encima de todo, pero eso no quita que haya diferentes recetas para un mismo plato o diferentes tipo de cocina en función de regiones, de productos específicos... Todo depende de nuestro soporte de difusión y de nuestras herramientas.
El periodismo digital, en el sentido que usted indica, lo es por ser opuesto a los que hemos conocido la tecnología analógica. Ahora todo se edita en digital. Pero periodismo digital es aquel que trabaja para ser visto y leído en soportes nativos digitales y que requiere de habilidades distintas. No todas las aplicaciones detalladas en este libro pueden ser útiles a otros periodistas (radio o televisión), como, por ejemplo, las de narraciones multimedia o las fotografía interactivas. 

- ¿Qué le movió a hacer esta extensa y generosa guía de herramientas para periodistas? ¿Acaso no todas se conocen ni se utilizan suficientemente en los medios?
- Había mucha información disuelta, sin estar integrada, y la renovación de apps es tan constante que me parecía necesario evaluar cuáles eran las más usadas y aplicadas en el ejercicio de la profesión. Es un libro dirigido a todo tipo de público, desde el que tiene conocimientos y puede conocer el alcance práctico de estas herramientas; al que solo las conoce de oídas pero no se ha animado a utilizarlas. No todas se conocen o se aplican. Yo misma pasaba un listado a los periodistas que quería incluir en el libro y algunos desconocían muchas de ellas o ni siquiera llegaban a utilizarlas, más allá de Google Drive o Dropbox.

- A lo largo de su obra, incide en varias ocasiones en el carácter estratégico de la tecnología como aliada para la mejora de la edición de los contenidos. La calidad y la tecnología son indisociables en periodismo. Usted afirma que "el valor del contenido está por encima de lo tecnológico", pero, en cierto modo, la tecnología en muchos de los nuevos formatos ya forma parte del contenido.
- Cierto, la tecnología forma parte, pero por el solo hecho de tenerlo no es indicativo de una información 100% calidad. Muchas veces se usa la tecnología solo como un envoltorio, como un regalo, como nuestra forma de presentación. Y más allá de la estética hay dos factores: la funcionalidad del diseño y la función social del periodismo. Sin esos dos factores, yo no comprendo la información para estos nuevos soportes. Miremos los trabajos de Acuerdo, por ejemplo. Aplican muy buena tecnología, pero detrás hay datos, hay periodismo, hay contraste, hay información de calidad.



"Muchas veces la tecnología se usa solo como un envoltorio. Y más allá de la estética hay dos factores: la funcionalidad del diseño y la función social del periodismo. Sin ellos no comprendo la información para los nuevos soportes"



- ¿No ofrece también la tecnología una oportunidad a los medios para ganar en transparencia y honestidad atendiendo más los requerimientos de una nueva audiencia cada vez más participativa? ¿Considera que los medios están aprovechando en este sentido las nuevas herramientas para conectar más y mejor con el público?
- Esa debe ser la función de la tecnología. La actualidad hoy día es muy compleja, hay muchos actores y escenarios y la tecnología ayuda a concretar y a distribuir mejor esa información. También los puede ayudar a aligerar nuestro trabajo, en aligerar procesos que antes eran más latosos para el periodista. Poco a poco, sobre todo los medios nativos, son los que innovan en este sentido. 

- La importancia de lo visual en el periodismo online, a la que usted se refiere en su tesis doctoral, es creciente; se pone de manifiesto cada día en las nuevas narrativas digitales que exploran los grandes medios. También es un elemento clave para captar la atención de la audiencia, eso que ahora denominan engagement.
- Sí, pero hay que pensar en un diseño responsive, pensar que parte de ese trabajo se debe adaptar a tabletas y smartphone donde las opciones de visualización cambian de forma radical. Quizás en una tableta un vídeo por Youtube de 10 minutos tiene más sentido, mientras que un vídeo con Vine durante una manifestación o cobertura puntual tiene más sentido para un smartphone. Por eso, al final del libro añado un "botiquín de urgencia", donde se indica las indicaciones y "contraindicaciones" de cada herramienta. 

- ¿Cómo habrán de adaptarse la producción de contenidos y los géneros informativos a los nuevos dispositivos móviles? ¿Lo visual y lo explicativo impondrán su hegemonía en detrimento de los formatos narrativos más largos?
- Depende... No existe un regla general para todo tipo de información periodística. El slow journalism es muy adecuado para tabletas; pero ya se buscan opciones para que también sea cómoda su lectura en un smartphone. Solo hay que ver los trabajos de The Atavist. También dependerá mucho del tipo de información que generemos, una cobertura puntual, una rueda de prensa, un reportaje, una entrevista... Pienso que será cada género y cada soporte va experimentando con sus propias necesidades e impondrá un tipo de producción y diseño específico. 

- ¿Cuáles son, a su juicio, las claves del éxito de un buen contenido digital?
- El éxito nadie lo tiene y tampoco me gusta ser un gurú en esto de las tecnologías. Hemos hablado en esta entrevista de tabletas y smartphones, pero, ¿qué ocurrirá con el reloj de pulsera de Apple? ¿La información habrá que distribuirlas en forma de cápsulas?  El panorama es muy cambiante. Lo único que me aventuro a decir, como recomendación, es incorporar la tecnología como ayuda en nuestra producción y experimentar con las herramientas, aunque se falle, porque a pesar de los errores es de la única forma de aprender. El buen contenido digital, para mi, tiene un 50% de saber mostrar la información de la forma más adecuada (según soporte y género) y, sobre todo, de un 50% que es lo que le da auténtico valor a nuestra profesión: compromiso y función social de la información.

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